No
desearás a la mujer del prójimo, dijo. Años después, y habiendo tantas mujeres
solteras, dejó embarazada a la de José. Como consecuencia, José la abandonó y
estuvo a punto de pedir la ruptura del compromiso, que, como efecto dominó,
llevaría a María a ser públicamente lapidada por adúltera [Mateo
1.19]. Dios, ante lo inevitable y predecible, envió a un ángel que,
en sueños, manipuló a José para que se haga cargo del niño [Mateo 1:20, 21].
José era un buen tipo. ¿Qué habrá sido de la vida de José? ¿Es el Dios Jehová,
además de asesino, (por lo del diluvio, lo de Sodoma, lo de Gomorra, lo de matar niños y mujeres y echar sal a la tierra
de los Amalecitas luego de invadir su ciudad [Samuel 15:2-3], entre otras cosas
que nos cuenta en su autobiografía) un abusador sexual? Sabemos que parte de
sus representantes en la tierra, pertenecientes a la iglesia católica, lo son,
pero, ¿él también lo es? ¿Tuvo María la posibilidad de negarse a ser infiel al
carpintero y a quedar embarazada de Dios, o fue abuso de poder? ¿Consintió la
relación con el déspota y lascivo Espíritu de Dios?
“El
ángel le dijo: —No tengas miedo, María, porque Dios está contento contigo.
¡Escúchame! Quedarás embarazada y tendrás un hijo a quien le pondrás por nombre
Jesús. Entonces María le dijo al ángel: — ¿Cómo puede suceder esto? Nunca he
estado con ningún hombre. El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre
ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso al niño santo que
va a nacer se le llamará Hijo de Dios.” [Lucas 1:26-50]
Como
psicólogo, ante la demanda de un/a paciente que llega a la consulta como
extraído de "New York Movie, 1939" de Edward Hopper a
trabajar la separación con su pareja, intento, en primera instancia y
con todos mis recursos, recomponer la relación. En eso soy una especie de
Susanita de Quino. Para mí, lo único no negociable es la violencia. La
violencia es el límite. Considero que todo lo otro es trabajable. Siempre se
puede volver a empezar, dicen los pedorros cartelitos de superación que pululan
inundando la internet. Sí, se puede volver a empezar, y dentro de la misma
pareja. El paraíso está en el principio, de eso hablan todas las religiones,
volver atrás y recomponer los errores no se le está permitido a los
protagonistas de la literatura de ciencia ficción, pero sí a la psicología de
la realidad. Se deberá analizar cuáles fueron las fallas que doblegaron la
tierra generando el terremoto. Se puede hacer el intento de una regresión hasta
los puntos de bienestar. Reestructurarse. Cambiar para que no cambie nada.
Volver a entrelazarse los dedos para huir de la lluvia. Aprender a tener un
vínculo sano. Pero a veces, solo a veces, me planteo si esto es verdaderamente
asequible o es simplemente otro cuento del mundo de las hadas —malinterpretado—
para poder dormir sin tantas culpas, para poder despertar sin tanta angustia.